1.- A partir de los 50 años, se recomienda realizar revisiones urológicas para conocer el estado de salud de la próstata.
2.- En una encuesta realizada por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), el 69,5% de los hombres encuestados, afirman haber sufrido algún síntoma relacionado con la próstata en el último año, pero sólo un 31,8% han acudido al urólogo.
3.- Actualmente existen tratamientos médicos muy eficaces para mejorar tanto la sintomatología irritativa como obstructiva, así como el tratamiento quirúrgico mínimamente invasivo.
4.- La hiperplasia benigna de próstata (HBP) y la inflamación prostática no presdisposen el desarrollo del cáncer prostático.
5.- La cirugía para hiperplasia no excluye la aparición de cáncer.
6.- El PSA (antígeno prostático específico) y el tacto rectal son herramientas muy útiles a la hora de diagnosticar el cáncer de próstata.
7.- Una vez diagnosticado el cáncer de próstata, existen terapias eficaces de intención curativa y extraordinaria supervivencia (fases iniciales localizadas).
8.- En los casos en que el cáncer se ha diseminado, existen excelentes tratamientos paliativos.
9.- Actualmente no se dispone de datos suficientes que demuestren el beneficio del cribado masivo (población sana) del cáncer de próstata expresado en términos de supervivencia y calidad de vida.
10.- Es importante que el paciente cuente con toda la información necesaria para la toma de decisión compartida médico-paciente.