Hasta ahora se ha hablado de los diferentes tipos de aguas de grifo y embotellada existentes en nuestro país, de sus diferencias en cuanto a su composición química y de su variabilidad. Es ahora el momento de responder a la pregunta que nos hace todo paciente litiásico ¿qué tipo de agua he de tomar? En primer lugar, la primera recomendación a un paciente litiásico debe ser que aumente su ingesta líquida hasta conseguir unas diuresis de 2000 ml, por lo que la ingesta debería ser como mínimo de estos 2000 ml, variando en función del peso, la actividad y las características meteorológicas. Esta simple medida ya se ha comentado que es útil para disminuir la recurrencia litiásica4, y entre otras cosas, va a contribuir a también a disminuir la osmolaridad y la concentración de sodio en orina que se recomienda que sean inferiores a 1020 g/cm3 y 200 mmol/24 h, respectivamente.
Una vez aceptado que a mayor ingesta de agua, menor riesgo de recurrencia litiásica, el tema de qué agua es mejor tomar, no dependerá de si es del grifo o embotellada, sino de su composición química sobre todo en lo referente al calcio. Lo determinante en la formación de la litiasis es la ingesta total de calcio diaria provenga de donde provenga (agua, alimentos o lácteos). El aporte diario de calcio de un adulto ha de ser de 1000 mg; si con la ingesta de productos no lácteos se consigue un aporte de 200-300 mg, quedan 700-800 mg que deben ser aportados entre la toma de productos lácteos y la ingesta de agua (Tabla 8). Es por ello, que al igual que otros autores25 en nuestro grupo realizamos recomendaciones individualizadas según los hábitos de toma de lácteos que realiza cada paciente. La regla general sería recomendar aguas bajas en calcio a los pacientes que toman abundantes lácteos (sobre todo quesos), y por el contrario, tomar aguas ricas en calcio en aquellos casos en que se tomen pocos lácteos. Hay que tener en cuenta que con la toma diaria de 100 g de algunos tipos de queso (Roquefort, Mozzarella, Gorgonzola, azules) se consigue la dosis diaria recomendada de calcio, o incluso se supera (Edam, Gouda, Parmesano, Emmental, Gruyère).
Por otro lado, con una ingesta de 2500 ml de agua de alto contenido en calcio (San Pellegrino, Insalus, Na Taconera, Serria Balneá, Agua de Sierra, Font Teca o las del grifo de Albacete, Barcelona Llobregat, Tarragona, Teruel, Valencia, Valladolid o Zaragoza) se consigue un aporte de unos 250-450 mg diarios de calcio, lo que sumado a los 200- 300 mg de calcio aportados por los productos no lácteos, significa que sólo habría que aportar mediante el consumo de productos lácteos unos 250-550 mg de calcio. Por ello, si se toma este tipo de aguas no estaría recomendado tomar queso que no fuera fresco o tipo Brie. Por el contrario, aquellas personas que tomen quesos con alto contenido en calcio, deberían tomar aguas de bajo contenido en calcio. Si beben agua del grifo y viven en ciudades como Ávila, Badajoz, Bilbao, Burgos, A Coruña, Ciudad Real, Córdoba, Granada, Huelva, León, Logroño, Madrid, Málaga, Murcia, Pamplona, Segovia, Sevilla o Santa Cruz de Tenerife, no sería ningún problema porque con una ingesta de 2 litros diarios estarán aportando menos de 100 mg de calcio. Y si estas personas consumidoras de queso con alto contenido en calcio viven en otras ciudades o no quieren tomar agua del grifo, tal como recoge la Tabla 3, hay 36 marcas con concentraciones inferiores a 50 mg / l, e incluso 16 con valores inferiores a 20 mg/l.
En cuanto a la litiasis úrica, de todos es sabido que su tratamiento se ve favorecido con la alcalinización de la orina. Ésta se puede conseguir mediante la toma de aguas bicarbonatadas, pero debido a la gran correlación que hay entre la concentración de bicarbonato y sodio (Tabla 6), y dado que la ingesta de sodio aumenta la excreción renal de calcio, a la larga puede suponer un problema para el paciente. Así, tomando 2 l diarios de las aguas más bicarbonatadas (San Narciso, Malavella, y Vichy Catalán) (Tabla 3) se estarían ingiriendo los 2 g de sodio máximos diarios, por lo que se debería realizar una dieta asódica total, cosa extremadamente difícil de llevar a cabo. Una opción podría ser tomar cualquiera de estas 3 marcas de agua durante períodos cortos de tiempo y siempre que el paciente no sea hipertenso. De lo contrario, se podría tomar aguas con un contenido moderado de bicarbonato pero muy bajo de sodio (Firgas, Sierra de Cazorla, Agua del Rosal, Agua del Valle del Cardo, Font del Cami, Aquadeus, Bonpreu o Sant Aniol) (Tabla 3). Por otro lado, aquellos pacientes afectos de litiasis oxalocálcica con orinas ácidas también podrían beneficiarse de la ingesta de aguas con un contenido moderado en bicarbonato y calcio y bajo en sodio.
Finalmente, existen otros trabajos previos publicados con objetivos similares como los de Vallejo et al26 y Alapont et al27 circunscritos a todo el territorio nacional y a la provincia de Albacete, respectivamente. Aunque el presente trabajo analiza un número superior de marcas de agua y relaciona su consumo dentro del contexto general del consumo del calcio en la dieta, existe entre todos un denominador común: el llamar la atención al urólogo que trata paciente litiásicos, sobre la necesidad de conocer las características del agua del grifo de su localidad y de las marcas comerciales que beben sus pacientes, para poder realizar unas recomendaciones individualizadas en función del perfil y de las preferencias dietéticas del paciente.
Artículo publicado por la Fundación Puigvert de Barcelona.
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