El síndrome de vejiga hiperactiva se caracteriza por la presencia de urgencia, con o sin incontinencia urinaria de urgencia, habitualmente con frecuencia miccional diurna aumentada y nicturia, en ausencia
de infección u otra patología obvia. Esta sintomatología ocasiona
con frecuencia una afectación significativa de la calidad de vida delos pacientes que la padecen.

Los síntomas de vejiga hiperactiva son sugestivos, pero no
diagnósticos, de hiperactividad del detrusor (HD) demostrable
urodinámicamente que están presentes en el 52% de las mujeres
y el 75% de los varones con vejiga hiperactiva (contracciones
involuntarias del detrusor durante la fase de llenado, espontáneas
o provocadas). De hecho, en una parte significativa de los/las
pacientes con vejiga hiperactiva idiopática (VHI) no se objetiva
hiperactividad del detrusor en el estudio urodinámico. La hiperacti-
vidad vesical se clasifica como neurogénica (HVN) cuando existe
una enfermedad neurológica identificada, siendo causas frecuentes
Parkinson, esclerosis múltiple, lesión medular o accidentes cerebro-
vasculares entre otras. Las causas no neurogénicas pueden estar
ligadas a obstrucción urinaria, deficiencia estrogénica, prolapso de
órganos pelvianos, etc. En muchos casos no se detecta patología
subyacente y se clasifican como hiperactividad vesical idiopática (HVI).
El tratamiento convencional con medidas generales, entrenamiento
vesical y tratamiento farmacológico de primera línea no siempre
consigue controlar los síntomas, además de producirse abandonos
por efectos secundarios, falta de eficacia o estar contraindicado el
tratamiento farmacológico de primera línea.
La incontinencia urinaria de origen neurogénico se produce por
hiperactividad del detrusor, que además de la afectación clínica y de
calidad de vida, puede poner en riesgo el tracto urinario inferior y
superior.

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