La biopsia transrectal de próstata es una herramienta fundamental en el diagnóstico del cáncer de próstata. Si recientemente se te ha solicitado una por sospecha del mismo, deben haberte surgido miles de dudas y miedos. Con este post pretendemos explicar al máximo los detalles de la biopsia trasrectal para tranquilizarte antes del momento de la verdad.
El cáncer de próstata, del que hemos hablado en otras ocasiones, suele tener un curso silente. Esa es la razón que el tacto rectal es tan importante. La próstata se localiza por debajo de la vejiga, alrededor de la uretra (conducto que va de la vejiga al fin del glande) y está en íntima relación con el recto. Esta particularidad hace que un simple tacto rectal sirva para poder palpar en ella signos sospechosos de malignidad: irregularidades/nódulos en su superficie, induraciones o un tacto pétreo. Ante estos hallazgos, se recomienda la realización de una biopsia transrectal de próstata, independientemente de los valores de PSA del paciente. No obstante, una elevación de dicho marcador también motivaría la punción de la glándula.
La prueba se realiza de forma ambulatoria, sin ingreso. Antes de la biopsia transrectal, el paciente debe tomar un ciclo de antibiótico (la duración y el fármaco concretos dependerán de los protocolos de cada centro). Además, también deberá aplicarse un enema rectal. Ambas medidas se toman para disminuir al máximo una infección prostática mediante la punción transrectal.
Una vez se entra en la consulta, el paciente se tumba en posición fetal lateral y el urólogo realiza un nuevo tacto rectal. Se procede entonces a la introducción del transductor ecográfico, que presenta un grosor algo mayor al dedo pulgar. Con el mismo se localiza la glándula y se inspecciona. Entonces se realizan dos punciones con anestesia local, una a cada lado de la próstata. Mientras la anestesia hace efecto, se realizan mediciones ecográficas de la glándula.
Cuando la anestesia ya es efectiva se inician las punciones. Actualmente se recomiendan 12 punciones, seis en cada lado. Se divide la próstata en 6 porciones, y en cada una de ellas se realizan dos punciones. Si en las pruebas de imagen se identifican zonas sospechosas, se realizan biopsias extras dirigidas a la zona descrita.
La biopsia transrectal de próstata suele durar unos 15 minutos y la gran mayoría de pacientes tolera bien la prueba, no refiriendo dolor alguno durante las punciones. Las molestias que pueden aparecer posteriormente son las siguientes: algo de sangrado por el recto o en la orina, que debería desaparecer en 24-48 horas. Si fuera muy abundante o no parase en dicho periodo, se deberá acudir a urgencias. La fiebre o la disuria también deberían hacernos visitar el servicio de urgencias. Por otro lado, la eyaculación de semen con un tinte marronáceo o hematospermia (restos de sangre es normal y puede durar hasta 3 meses (depende de la frecuencia eyaculatoria del paciente).
Los resultados de la biopsia transrectal pueden tardar hasta unas tres semanas, y deberán discutirse en la consulta con el médico que indicó la prueba.
Esperamos que la información haya sido útil para afrontar la prueba con otra perspectiva. Ante cualquier duda que no se resuelva en el texto, aconsejamos que te pongas en contacto con tu urólogo de referencia (www.urologiaalbella.com)